En esta entrada comparto el artículo de Miguel Carbonell "Consejos para ser un buen estudiante", espero les sea de ayuda y cultiven los frutos sembrados.
1.
Fíjate
metas concretas respecto del trabajo que debes realizar como estudiante. No
intentes aprender todo lo relativo a una materia o a un campo de estudio. Concéntrate
en aprender la lección de hoy, en hacer la tarea que te dejaron, en terminar la
lectura pendiente, etcétera. Se avanza mucho, en el desempeño académico y en la
vida en general, cuando se dan pequeños pero ininterrumpidos pasos.
Eso no significa, sin embargo, que te debes
conformar con lo más básico. Más bien debes tomar lo que acabo de decir como un
punto de partida. Una vez que hayas cumplidos con los deberes primarios o los
más importantes que supone la responsabilidad de ser un estudiante universitario,
ya podrás dedicar todo tu empeño y toda tu energía en profundizar en el
conocimiento, lo cual te permitirá ser un buen estudiante primero y luego un
profesional de excelencia.
2.
Escoge
bien las materias y los profesores con los que vas a estudiar cada semestre. No
son pocos los alumnos que eligen a sus profesores tomando en cuenta lo fácil
que resulta poder aprobar con ellos. Se les llama “profesores barcos” y todo el
mundo los conoce en las facultades. Pero la facilidad para pasar no debería ser
el principal criterio para elegir a un profesor.
¿De qué
te va a servir en tu vida profesional haber acreditado con buenas
calificaciones todas las materias si en ellas no aprendiste nada o casi nada?
¿de verdad crees que nadie se dará cuenta que optaste durante toda la carrera
por el camino más fácil, cuando tengas que demostrar tus conocimientos en el
mundo profesional? Debes hacer un intento por cursar con los mejores maestros,
sin importar qué tan difícil sea sacar con ellos buenas calificaciones. La meta
principal de todo buen estudiante debe ser aprender. Una meta secundaria e
instrumental es sacar buenas calificaciones.
3.
Haz
un esfuerzo por conocer y manejar todos los recursos a tu alcance. Debes estar
familiarizado con los avances tecnológicos que te permitan ser un mejor
estudiante. Igualmente, debes conocer bien los recursos y opciones que ofrece
tu escuela o facultad para desarrollarte mejor desde un punto de vista
académico. Debes conocer los horarios de las bibliotecas, la disponibilidad de
asesoría individualizada por parte de algunos profesores o el acceso a base de
datos que te proporcionan distintas instituciones.
No todo
lo que debes aprender se enseña en el aula de clase, ni se encuentra en los
apuntes que puedas ir tomando. Hay que buscar más allá y aprovechar cada uno de
los recursos que tienes a tu alcance, que sin duda son muchos en la actualidad.
4.
Conoce
bien todo lo que ofrece tu universidad. El tiempo que pasarás estudiando en un
centro universitario debe ser un espacio de enriquecimiento y de crecimiento no
solamente académico, sino también personal. Si bien el principal cometido de
tus días y de tus noches debe guardar una estrecha relación con los deberes que
tienes como estudiante, también es cierto que siempre encontrarás la oportunidad
para ampliar tus horizontes culturales o incluso deportivos, dentro de los
recintos universitarios.
Es muy
importante que conozcas las instalaciones deportivas, que acudas con
frecuencias a los cineclubs universitarios o que recorras las exposiciones artísticas
que se ofrecen. Todo ello servirá como un poderoso complemento al conocimiento
técnico que deberás adquirir en la carrera y, a la postre, te dará una
perspectiva más rica de la vida y de las muchas opciones que te ofrece tu país.
5.
Aprende
de forma activa. El número de horas disponible para cada materia es muy escaso.
Hay materias en las que se deben dar muchos contenidos, de modo que a veces la
exposición de clase debe ser breve. No te conformes con eso. Busca por ti mismo
y profundiza en los temas que se vieron en la clase.
Pídeles
a tus profesores que te recomienden bibliografía extra y materiales de refuerzo
sobre los temas que van estudiándose en clase, para que puedas complementar los
apuntes. Busca en internet las referencias que puedan existir (que seguramente
sumarán cientos o incluso miles) e incorpora lo que consideres más importante
en tus apuntes.
6.
Maneja
bien tu tiempo. La principal ocupación que debe tener un estudiante… es
estudiar. Todo lo demás se debe subordinar a ese objetivo principal de los años
que vas a pasar en la facultad.
Debes
organizar tu tiempo de manera que el objetivo principal del día gire alrededor
de tu horario de clases. Debes llegar fresco y descansado a tomar las clases,
para que las aproveches por completo. También debes prever un espacio
suficiente para hacer las tareas y para poder repasar lo que día con día irás
viendo en clase.
Lo más
práctico es hacer un esquema por escrito en el que dividas las horas
disponibles y les asignes las tareas que debes realizar a lo largo del día.
Debes hacer una planeación exigente, pero realista. De nada sirve que te
propongas estudiar seis horas diarias si luego terminas dedicándole a esa
actividad solamente dos. Hay que ser prudente y reconocer debilidades y
fortalezas, pero siempre intentando dar el mayor esfuerzo que sea posible, para
lograr la excelencia académica.
7.
Desarrolla
y mejora tus hábitos de lectura. Si estudias alguna carrera de ciencias
sociales, la forma principal en la que desarrollarás tu aprendizaje será
leyendo. A veces tendrás que leer textos un tanto áridos, plagados de
tecnicismos y cuestiones detalladas. Algunos puede que te resulten aburridos,
en comparación con una buena novela o un libro de poesía. Pero no hay ninguna
otra forma por medio de la que puedas aprender, de modo que tendrás que
dedicarle muchas horas a la lectura.
Siguiendo
lo señalado en el punto anterior, haz un esquema de tiempo que vas a dedicar a
la lectura diaria. Debes ser razonable, pero también debes estar consciente de
que la lectura es uno de tus empeños principales como estudiante. Un estudiante
que no lee es un mal estudiante, sin excepción. Poco a poco, procura
incrementar el número de horas dedicadas a la lectura, hasta que adquieras un
ritmo razonable de lectura diaria.
8.
Desarrolla
y mejora la atención que pones en clase y la forma en que tomas apuntes. No
debes considerar que la clase es algo secundario en tu proceso de aprendizaje.
Al contrario. La clase es el lugar y el momento más importante, a partir del
cual puedes desarrollar todo tu potencial como estudiante.
Para aprovechar mejor la clase debes intentar
sentarte en las primeras filas del aula y seguir con atención lo que van
diciendo los profesores. Igualmente, debes esmerarte en tomar buenos apuntes,
incluso comparándolos con los que toman otros compañeros, quienes te pueden
auxiliar para completar alguna parte de la exposición que no hayas podido
recoger debidamente. La confección de unos buenos apuntes puede hacerse
perfectamente como un trabajo colectivo, en el que varias personas aporten y
complementen lo que otros fueron tomando en clase.
Los apuntes no son el fin del camino en la ruta
del aprendizaje, sino su inicio. Ningún estudiante que aspire a desarrollar un
nivel de excelencia debe confiarse de que unos apuntes contengan todo el
conocimiento sobre una materia, ni siquiera todo el conocimiento relevante.
Los apuntes deben guiarte respecto de los temas
que el profesor considera más importantes y del enfoque que estima que debe
adoptarse en cada punto, pero a partir de lo que hayas podido recoger en ellos,
debes desarrollar una estrategia individual o colectiva de estudio que te
permita ir profundizando en los temas y adoptando puntos de vista
complementarios, incluso de escuelas de pensamiento que pueden no ser compartidas
por tus profesores. Tener pluralidad de pensamiento es un rasgo que distingue a
los profesionales más exitosos; esa pluralidad debe ser adquirida y ejercitada
desde la carrera, cuando vas adquiriendo los conocimientos que te permitirán
destacar en tu vida adulta.
9.
Desarrolla
y mejora la forma de escribir y de hablar. Una de las capacidades que debes
adquirir en la carrera es la de hablar y escribir correctamente y con fluidez.
La capacidad comunicativa es indispensable no únicamente para poder tener un buen
desempeño profesional, sino también para desarrollarte en cualquier ámbito de
la vida.
Debes
ser capaz de hablar en público y de poder expresarte por escrito en distintos
formatos: lo mismo ensayos académico que propuestas profesionales de contratos
o convenios. Cualquiera que vaya a ser tu destino profesional, lo más seguro es
que requieras de un buen nivel comunicativo, tanto en forma verbal como
escrita. Debes aprovechar tu época de estudiante universitaria para mejorar en
ambos aspectos.
10.
Involúcrate
en actividades extra-curriculares, que te permitan convivir, hacer amigos y
desarrollar habilidades sociales que te serán muy útiles para tu posterior
desarrollo profesional y personal.
Hay
muchas maneras de lograrlo. En algunos de los puntos anteriores ya hemos
mencionado algunas actividades culturales e incluso deportivas que puedes
realizar en tu universidad. También nos hemos referido al trabajo en equipo que
debes hacer para comparar y enriquecer los apuntes de clase o para preparar
presentaciones colectivas, etcétera. Además de todo eso, que no es poco, puedes
participar con tus compañeros y profesores a través de las redes sociales, que
suministran hoy en día una plataforma extraordinaria de comunicación, del todo
apta para compartir información y enriquecer tu experiencia universitaria.